Y los sonidos del bandoneón de Mariano González Calo, inevitablemente, impregnaron la atmósfera de arrabal. La voz indiscutida y avasallante de Victoria di Raimondo, acompañada también por el piano rabioso de Hernán Reinaudo y el violín tan personal de Alicia Alonso hicieron que Bodega Sin Fin se llenara de tango. De ese que nos llena de orgullo a los argentinos cuando lo escuchamos y, por supuesto, del mismo con el que alardeamos cuando cruzamos cualquier frontera.
En el marco del festival Tango por los Caminos del Vino, la bodega maipucina ofició de sede de lujo de este encuentro que convocó a casi 200 personas. Los invitados, además de disfrutar de un show musical de gran calidad que incluyó –también- participaciones virtuosas de baile, degustaron un delicioso ágape maridado con vinos y espumosos de la casa; y pudieron apreciar las obras que recientemente expuso en la Cava de Arte del lugar, el artista plástico Marcelo von der Heyde.
¡Mirá quiénes posaron para nuestra cámara chic!