Con grandes pantallas inflables y el marco de los bellísimos jardines de Bodega Sin Fin, se presentó una nueva edición de este ciclo que conjuga excelentes vinos junto a películas clásicas nacionales. Los invitados a esta noche mágica recorrieron las instalaciones de la bodega maipucina y luego vivieron una gran noche de cine juntoa a la película «Un tranvía llamado deseo». Como todos los años este evento tiene un fin solidario, en esta ocasión la institución elegida fue Fundavita que lucha por la vida y contra el cáncer.¡Mirá quiénes posaron para nuestra cámara chic!